BIOCONSTRUCCIÓN --------BIOHABITABILIDAD
Como de salud integrativa trata este blog, me veo en la obligación de abordar al menos someramente uno de los parámetros más decisivos para nuestra vitalidad, por lo estático, lo permanente y determinante ya que de forma vitalicia optimizará todos nuestros niveles, energético, inmunitario y anímico. beneficiando grandemente a todo el que tenga la fortuna de vivir en un edificio que respetando los criterios de la BIOCONSTRUCCIÓN pueda etiquetarse como una verdadera casa BIOHABITABLE.
Todos los expertos en Bioconstrucción y Biohabitabilidad han comprobado y demostrado que según esté construido un inmueble, puede mejorar muy notablemente nuestra calidad de vida y nuestro bienestar: Su construcción, sus formas, su orientación, su luz, su distribución, su aprovechamiento energético y sobre todo los materiales con que se construya; Lo que ya se está imponiendo en los sectores más sensibles, informados e inteligentes de países más avanzados que el nuestro y que afortunadamente está llegando con fuerza a nuestros lares: LA BIOCONSTRUCCIÓN
LA BIOCONSTRUCCIÓN es un arte milenario, olvidado en el tiempo para ir dando paso a los edificios de nuestros días, construidos con materiales sintéticos, con prisa, porque hay que cumplir con los plazos de entrega, para ganar el máximo dinero posible y sin que los oficios que intervienen puedan poner ningún mimo en cada uno de los elementos que van a constituir esa segunda piel de personas que seguramente no conocen.
En
la correcta proyección de un edificio saludable, se debe priorizar el empleo de
materiales (muros, tabiques, forjados, techos, aislantes, pinturas) que
permitan una “ventilación” y respiración
naturales del edificio cumpliendo las características de porosidad,
higroscopicidad (capacidad de los
materiales para absorber la humedad atmosférica) y transpirabilidad ).
Materiales de construcción que deberán ser naturales, reciclables, transpirables y eco-compatibles; Se consigue así una vivienda ecológica y saludable, es decir que estar dentro de ella equivale a poco menos que estar en plena naturaleza pues se obtiene un bienestar físico y psíquico óptimos.
Los agentes contaminantes presentes en el interior de los edificios, están también condicionados por la calidad del aire exterior que como ya sabemos está bastante contaminado en las ciudades. Pues bien, sabemos que la contaminación interior de muchos ambientes cerrados en las modernas viviendas de las ciudades, según datos actualizados, es entre 2 y 3 veces peor que la del exterior
Resulta pues de importancia vital mejorar la calidad del aire interior, sobre todo considerando que en los países económicamente más desarrollados gran parte del tiempo transcurre en ambientes cerrados: Oficinas, talleres, fábricas, habitaciones, lugares de ocio o medios de transporte.
En nuestra sociedad pasamos
hasta el 90% del tiempo en estos lugares cerrados, de los que el 30-40% son
ambientes de trabajo.
Los posibles contaminantes interiores de las viviendas, de los lugares de ocio, de los edificios industriales, son muchos, tanto biológicos como químicos, y dependen de la ubicación de los edificios, de los materiales usados para la construcción, de la actividad desarrollada y de la presencia de instalaciones de acondicionamiento térmico: Sistemas de ventilación, aire acondicionado y calefacción.
Desde el punto de vista del ahorro energético, se han introducido sistemas de calefacción y de acondicionamiento que reciclan el aire y que, si no han sido correctamente proyectados, instalados y periódicamente revisados, pueden representar una fuente de contaminación, tanto biológica como química.
¿Dónde pasamos la mayor parte del tiempo de nuestra vida?
Afortunadamente en las últimas décadas, ha madurado una mayor sensibilidad en algunas esferas del sistema social, informadas y exigentes hacia los problemas de salud y confort, que se desprenden de las construcciones hechas con los materiales ecosaludables que permiten un mayor bienestar y sobre todo un incremento de la salud de sus moradores.
Las personas, inhalamos entre 10.000 y 20.000 litros de aire al día y pasamos entre el 80 y el 90% de la jornada en lugares cerrados: Casa 11 horas, Trabajo 8 - Colegio 8,5 horas, mas transportes Públicos, Automóvil, Lugares de Ocio, Lugares Públicos
Los
datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud nos informan de que
alrededor del 20% de la población occidental está afectada por el Síndrome del Edificio Enfermo; Un
dato que yo personalmente creo que se queda bastante corto:
Las personas que allí residen se quejan de diversos síntomas como por ejemplo, piernas nerviosas, irritaciones en los ojos, nariz, garganta, así como tos seca, piel deshidratada, vértigos o náuseas, dificultad de concentración, fatiga, dolores de cabeza, particular sensibilidad a los olores, irritabilidad. La mayor parte de estos síntomas desaparece o se atenúan al alejarse del edificio.
El Síndrome del Edificio Enfermo, como ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud, es una característica de numerosas construcciones nuevas o de inmuebles de restauración reciente, en los que se han empleado de forma inconsciente numerosas sustancias de síntesis introducidas en el mercado de la construcción (barnices, pinturas, lacas, aglomerados, aislantes, p.v.c. algunos tipos de enfoscados…),
La
calidad del aire en ambientes cerrados debiera considerarse un problema real de
sanidad pública, ya que es determinante su impacto sobre la población en
términos, tanto de efectos sanitarios con costes directos para la asistencia
médica, como de orden económico general.
Estudios efectuados en los Estados Unidos por
el National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH) entre los años
’80 y ’90, han revelado que el 50% de los problemas de salud de los empleados
americanos han sido consecuencia del Síndrome
del Edificio Enfermo. Tal problema es el origen del 50% del absentismo
laboral, con consecuencias de fácil deducción dentro del ámbito de los costes
sociales.
Se ha podido comprobar asimismo y por el contrario, el notable aumento de la producción, el escaso absentismo laboral y la salud en general tanto física como anímica en empleados de industrias cuyos edificios, naves o talleres están construidos con materiales ecológicos.
La calidad del aire del
interior de espacios cerrados con el síndrome
del edificio enfermo que representa el 90% del aire que se respira y que
está entre 2 y 3 veces más contaminado que el del exterior afecta pues a la
salud de los que trabajan o viven en ellos, de forma alarmante.
Tiempo
transcurrido al aire libre10.5%
Tiempo
transcurrido en lugares cerrados 89.5%
A menudo, los daños más graves en los muros, se derivan del empleo de morteros y enfoscados que no son capaces de eliminar la gran cantidad de agua, (alrededor de 80.000 litros), necesaria para construir una vivienda unifamiliar.
Muchas viviendas nuevas
nacen ya “enfermas” dado que no se presta la atención necesaria en la elección
de los materiales que aseguran la transpiración natural del edificio.
La correcta transpirabilidad de los muros, mediante el continuo intercambio
de aire y vapor que mantiene en perfecto equilibrio “la casa que respira”, es
otro factor indispensable para evitar contaminantes biológicos como bacterias,
hongos, mohos y algas, que proliferan en ambientes húmedos y que son
responsables de la mala construcción del edificio.
El
aumento de casos de asma registrados en los últimos años entre niños y
adolescentes, sobre todo de asma de tipo perenne no ligado a la estación, ha
incrementado la sensibilización a los alérgenos (biológicos y químicos), presentes
en los ambientes interiores, una de las principales causas de los fenómenos
asmáticos.
Una elevada humedad en el aire y en los muros es la condición principal para favorecer el crecimiento de los alérgenos en interiores.
Los alérgenos biológicos interiores más difundidos
1 – Mohos y algas : Proliferan en ambientes muy húmedos, necesitan luz para multiplicarse. Se depositan y reducen drásticamente la funcionalidad del enfoscado que, impermeabilizado por estos microorganismos, deja de respirar.
El redescubrimiento de morteros, enfoscados,
revocos y pinturas naturales que dejan al muro libre para respirar ha resuelto
un problema muy comentado y difundido, dando la solución correcta: mejorar la
calidad del aire en ambientes interiores para conseguir un bienestar total.
Tal y como va nuestro mundo y concretamente la vivienda, los bloques de
cemento, así como los unifamiliares, construidos sí con técnicas avanzadas,
diseñando espacios funcionales, pero olvidando algo tan importante como que..
la ubicación, los materiales a emplear, la orientación, la no hermetización, la
transpirabilidad, higroscopicidad, y el aprovechamiento energético, son
factores que conectan esos habitáculos con el paisaje del entorno, que permiten estar dentro
de ellos como en plena naturaleza, que evitan tantos síndromes, trastornos y
enfermedades; Y que como consecuencia permiten una notable mayor calidad y
esperanza de vida.
Todos los que estéis
pensando en cambiar de vivienda, que vayáis a comprar un campo, hacer una
reforma o haceros con una casita en el campo, sepáis que esta alternativa de la
BIOCONSTRUCCIÓN, es la mejor inversión de vuestra vida, pues además de ahorrar
bastante dinero, vais a ganar en salud, felicidad y años de vida.
Es normal que como tratándose de un tema que seguramente no conocéis, tengáis dudas, antes de comprar un campo o lanzaros a comprar o a construir una casa o hacer una reforma, pero tened bien presente que no se trata de un par de zapatos que si os hacen daño, se compran otros y se han perdido 80, 100 o 150 €; Se trata del espacio del lugar, del habitáculo donde vais a vivir mucho tiempo y quizá toda la vida. No os cuesta nada consultar antes e informaros bien, y para ello no tenéis más que llamar al teléfono
948 152672 o 629 05 00 00
Los compuestos orgánicos son sustancias químicas que
contienen carbono y se
encuentran en todos los elementos vivos. Los compuestos orgánicos volátiles,
a veces llamados VOC (por sus siglas en inglés), o COV (por sus siglas en
español), se convierten fácilmente en vapores o gases. Junto con el carbono, contienen elementos como hidrógeno, oxígeno, flúor, cloro, bromo, azufre o nitrógeno. Los COV son
liberados por la quema de combustibles, como gasolina, madera, carbón o gas natural. También son
liberados por disolventes, pinturas y otros
productos empleados y almacenados en la casa y el lugar de trabajo.
Algunos
ejemplos de compuestos orgánicos volátiles son:
Naturales: isopreno, pineno y limoneno
Artificiales: benceno, tolueno, nitrobenceno
Otros ejemplos de compuestos orgánicos volátiles son formaldehído, clorobenceno, disolventes
como tolueno, xileno, acetona, y percloroetileno (o
tetracloroetileno), el principal disolvente usado en la industria de lavado en
seco. Muchos compuestos orgánicos volátiles se usan comúnmente en disolventes
de pintura y de laca, repelentes de polillas,
aromatizantes del aire, materiales empleados en maderas, sustancias en aerosol, disolventes de grasa, productos de uso automotor y
disolventes para la industria de lavado en seco.
Muchos
compuestos orgánicos volátiles son peligrosos contaminantes del aire. La
importancia de los COVs reside en su capacidad como precursores del ozono
troposférico y su papel como destructores del ozono estratosférico. Contribuyen
a la formación del smog
fotoquímico al reaccionar con otros contaminantes atmosféricos
(como óxidos
de nitrógeno) y con la luz solar. Se da principalmente en áreas
urbanas, dando lugar a atmósferas ricas en ozono de un color marrón. Reduciendo la emisión de estos
compuestos orgánicos volátiles y de los óxidos de nitrógeno se conseguiría
evitar la formación del smog.
Propiedades de Compuestos orgánicos
volátiles [editar]
Los compuestos orgánicos volátiles presentan propiedades
características responsables de sus efectos sobre la salud y el medio ambiente.
Son compuestos volátiles, liposolubles, tóxicos e inflamables.
- Volatilidad: Son
compuestos orgánicos que se evaporan rápidamente a la atmósfera. Esta propiedad
da lugar tanto a contaminación atmosférica como a importantes riesgos para la
salud. La vía de entrada más peligrosa al organismo es la inhalación.
- Liposolubilidad: Son
moléculas orgánicas y por lo tanto son liposolubles, presentan afinidad por las
grasas y se acumulan en los tejidos grasos del cuerpo humano. Productos
resultantes de su metabolismo dentro del organismo si presentan hidrosolubilidad.
- Inflamabilidad:
Generalmente son compuestos inflamables, es decir que arden con facilidad en
contacto con el aire.
- Toxicidad: Las
propiedades tóxicas van a depender de cada compuesto y de las condiciones de
exposición. A corto plazo pueden causar reacciones alérgicas o mareos y en
exposiciones más prolongadas se relacionan con lesiones neurológicas y otros
efectos psiquiátricos como irritabilidad, falta de memoria, dificultad de
concentración…
Fuentes de Compuestos orgánicos
volátiles [editar]
La fuente de los COVs puede ser natural o artificial.
La fuente natural más común es el metano, un gas de efecto invernadero, generado por la descomposición de la
materia orgánica, por la quema de biomasa o por
animales rumiantes como las vacas. Otros COVs de origen natural son los aceites
esenciales constituidos por terpenos.
Las fuentes artificiales de compuestos orgánicos
volátiles tienen su origen principalmente en actividades industriales como la
industria de pinturas, del calzado o siderúrgica, los disolventes de la
industria de lavado en seco, la evaporación de disolventes orgánicos, los
automóviles e incluso el humo del tabaco. Dentro del
hogar podemos encontrar numerosas fuentes de COVs, como en los productos de
limpieza, productos de higiene personal, cosméticos, pinturas, plásticos…
Actividades donde se producen COVs [editar]
- Industria
siderúrgica
- Industria
de plásticos y caucho
- Industria
del calzado
- Pinturas,
barnices y lacas.
- Industria
alimentaria
- Industria
maderera
- Industria
farmacéutica
- Industria
cosmética
- Industria
de la lavado en seco
Efectos sobre la salud [editar]
Los efectos sobre la salud son variados, dependen del
compuesto y del periodo al que se ha estado expuesto. Los compuestos orgánicos
volátiles son liposolubles, y gracias a su afinidad por las grasas
se acumulan en diversas partes del cuerpo humano. A corto plazo pueden causar:
- irritación de ojos y garganta, náuseas, dolor de
cabeza, reacciones alérgicas, mareos, fatiga.
Y a largo plazo pueden dañar el hígado, los riñones o
el sistema nervioso central. También
pueden ser carcinógenos, como por
ejemplo el benceno.
Los COVs se pueden clasificar según su peligrosidad en
3 grupos:
• Compuestos extremadamente peligrosos para la salud:
Benceno, cloruro de vinilo y 1,2 dicloroetano.
• Compuestos de clase A: Son compuestos que pueden
causar daños significativos al medio ambiente, como Acetaldehido, anilina, tetracloruro de carbono,
1,1,1-tricloroetano, tricloroetileno, triclorotolueno etc.
• Compuestos de clase B: con menor impacto en el medio
ambiente como Acetona y etanol.
Claro que si hablamos de las bondades de los materiales sanos,
ecológicos, que hacen de un edificio un
lugar saludable, en justicia debemos decir también, que no todos los materiales
convencionales que se emplean en las construcciones en serie son perjudiciales
o agresivos; pero sí, que muchos de ellos, silenciosamente nos roban
bienestar y salud;
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