RIEGO CEREBRAL


Prevenir la falta de riego cerebral  

 Sólo cuando llegamos a cierta edad y suena la alarma de la falta de memoria, inestabilidad, a veces incoherencias verbales y otras mil sensaciones extrañas que nos abaten;  solamente entonces se apodera de nosotros el miedo, y nos afanamos en buscar soluciones rápidas y a ser posible milagrosas que nos permitan recuperar el tiempo perdido no vaya a ser que nos ocurra como a nuestros antepasados que empezaron así y acabaron padeciendo algunaa de esas enfermedades llamadas cognitivas.

 Voy a citar resumidamente cuales son las medidas más importantes para prevenir un deficiente riego cerebral.

             En primer lugar es obligatorio eliminar alimentos muy fuertes o muy refinados que, depositando residuos en las paredes de las arterias, dañan especialmente las más finas de nuestro cuerpo: las arterias del cerebro. ( Para esto consultar con un experto en nutrición)

En segundo lugar hay que huir de los cinco mayores enemigos del cerebro. La falta de oxígeno, El sueño escaso, El tabaco, El estrés y Los disgustos.

                        El cerebro sin oxígeno es un cerebro inútil, es por tanto preciso pasear o hacer algún ejercicio al aire libre.

                                              2 recetas de comprobada eficacia:

Infusión para tonificar arterias y venas cerebrales.  Hacer la infusión con una cucharada sopera de la mezcla de ginko biloba, mirtilo y alfalfa en ¼ litro de agua. Tomar 3 infusiones diarias, una antes de cada comida.

El fósforo, y la grasa saludable son 2 elementos indispensables para la nutrición del cerebro; Podemos encontrarlos en grandes cantidades en:   La médula ósea (la cañada de los huesos),  pescado azul, ecitina de soja , semillas de sésamo, el queso gruyère, la yema de huevo, las almendras, avellanas y nueces, las alubias, las lentejas, el arroz, el aguacate, el aceite de oliva y el tocino fresco de cerdo.

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